La columna se levantó para conmemorar la victoria del emperador Trajano sobre los dacios, que habitaban en lo que ahora es el territorio de Rumanía. Tiene 30 metros y en los relieves de los bloques de marmol (18) se relatan las batallas y la conquista a principios del siglo II. En su día estos relieves estuvieron pintados.
En el interior de la columna hay una escalera de caracol que permite subir hasta el mirador. En un principio hubo una estatua del emperador Trajano, pero a finales del siglo XVI el papa Sixto V la reemplazó por la actual, una de San Pedro.
Tras contemplar la columna trajana y los restos arqueológicos a sus pies volvemos a cruzar la Vía del Foro Imperial para dirigirnos al monumento a Victor Manuel II. Vamos a subir casi hasta arriba.
Manu y Kati cruzando la plaza Venecia |
Esta mole fue construida a principios del siglo XX. La primeras escaleras nos llevan a una especie de plaza, el lugar en el que está lo que se conoce como la tumba al soldado desconocido, permanentemente custodiada y con el fuego eterno en el pebetero.
Desde las terrazas hay vistas panorámicas de Roma, su peculiar "skyline" con las cúpulas de las iglesias, siempre con la del Vaticano dominando el horizonte.
Desde la terraza de la derecha hay esta vista de Roma, con la cúpula de la basílica de San Pedro, en el Vaticano, que diseñó Miguel Angel, de 132 metros de altura.
Mercado de Trajano |
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