FONTANA DE TREVI

No tiene sentido señalar un monumento como el más emblemático de Roma. Para muchos es el coliseo, que representa el esplendor del Imperio Romano, pero nadie se marcha sin visitar la Fontana de Trevi.

Partiendo de la Plaza Venecia avanzamos por la vía del Corso por la acera de la derecha. Veréis que la calle  tiene mucha vida durante todo el día. A los turistas se unen las miles de personas que trabajan en la zona, ya que en el centro histórico de la ciudad están el Parlamento, sedes del gobierno italiano, embajadas, bancos,  comercios, etc.

Hay carteles en la vía del Corso que nos indican la dirección de la Fontana de Trevi. La vía Muratte, a la derecha, nos llevará directamente.

Es una calle muy transitada, llena de comercios y puestos callejeros.

Para los que van con prisa o no pueden entrar en un restaurante en la vía Muratte hay una hamburguesería de una cadena de comida rápida. 

Artistas callejeros se reparten por la calle Muratte atrayendo la atención de los turistas.

Los precios en las tiendas "para turistas" son muy similares en esta zona de Roma. No son caros, por la competencia entre ellos, y creemos que es un buen momento para comprar los regalos y recuerdos con los que volveremos a casa: ropa, complementos, reproducciones de los monumentos, etc. 

También es un buen lugar para tomarse un helado. Hay muchas y buenas heladerías por las plazas y calles más turísticas. Merece la pena probar sabores y combinaciones que no encontramos en nuestro país.

Al llegar a la Fontana de Trevi, ubicada en una plaza de pequeñas dimensiones, todos queremos sentarnos para contemplarla y descansar. Tarde o temprano encontraréis un hueco. 

Mauro cumplió con la tradición de echar la moneda

Y nadie se marchará sin tirar una moneda, de espaldas al monumento. La moneda no se echa para que se cumpla un deseo. En la Fontana de Trevi se hace para asegurarte que un día regresarás a Roma.